My Health Partner Logo
Hipertensión

Hipertensos: la importancia de dormir bien de noche

La presión arterial alta es multifactorial: entre los factores que entran en juego está el consumo excesivo de sal, el sobrepeso, el tabaquismo, la edad y el estrés. ¿Pero sabía que el sueño es también otro de los factores? Muchos estudios muestran que el sueño que es demasiado corto o de mala calidad1, o que se ve interrumpido por afecciones tales como la apnea del sueño2, contribuye a la aparición de la hipertensión

Estas son algunas pistas para ayudarle a entender la importancia de dormir bien de noche, y cómo puede conseguirlo.

¿Cuál es la relación entre presión arterial y sueño?

Es importante ser consciente de que la presión arterial fluctúa a lo largo del día dependiendo del nivel de esfuerzo que realice, pero también de las emociones o estrés que sienta. También varía de noche: el sueño es una fase crucial ya que permite al cuerpo descansar. Esto es muy importante para todas las funciones vitales y, en particular, para el sistema cardiovascular: durante la noche, la frecuencia cardiaca y la presión arterial disminuyen entre un 10 y un 20% en comparación con el día.3 Por tanto, un sueño de poca calidad repercute negativamente en la salud cardiovascular.

¿Cómo conseguir dormir mejor?

Los datos epidemiológicos muestran que el tiempo que le dedicamos a dormir es cada vez más corto, situándose por debajo de las 7 horas. Pero lo óptimo para un adulto de entre 18 y 64 años sería de 7 a 9 horas de sueño, mientras que un niño de entre 3 y 5 años necesitará de 10 a 13 horas.4 Además, la calidad del sueño puede verse afectada por la dificultad en conciliar el sueño o el desvelarse durante la noche, lo cual reduce los efectos beneficiosos que supone el dormir bien de noche

Son numerosos los factores que entran en consideración: los estilos de vida actuales, los ritmos personales y las preocupaciones, el no tener un horario de trabajo fijo… Sin embargo, existen unas sencillas pautas que le ayudarán a tener un sueño reparador: 

  • Respete su propio ritmo de sueño: identifique si es usted más una persona matutina o vespertina, y vaya a la cama cuando esté preparado. También es importante que sea consciente de los primeros signos de cansancio: escozor en los ojos, bostezos, caída de párpados. No luche contra ellos.
  • Mantenga un horario de sueño lo más regular posible, tanto a la hora de acostarse como a la hora de levantarse.
  • Cree un entorno propicio: ambiente tranquilo en una habitación bien ventilada y con una temperatura de entre 18 y 20°C.
  • Evite actividades físicas o intelectuales que le agoten a última hora de la tarde.
  • Evite los estimulantes (té, café, refresco, alcohol, cigarrillos) y comidas pesadas a última hora de la tarde.
  • Libere las tensiones del día antes de irse a dormir: bebidas calientes (sin estimulantes, de tipo infusión), lectura, técnicas de relajación… Todos estos factores le ayudarán a crear unos buenos hábitos de sueño.
  • Dispone de ayuda: en primer lugar, hable con su médico o farmacéutico. Luego, las aplicaciones móviles también pueden ayudarle a analizar sus patrones de sueño monitorizando los ciclos de sueño, la hora de irse a la cama y las horas de sueño, y pueden darle consejos sobre cómo crear un ambiente favorable al sueño, etc.