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Diabetes
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¿Puede la diabetes afectar a mi vida sexual?

Son varios los factores, tanto orgánicos como psicológicos, que pueden afectar a su vida sexual. No obstante, la mayoría de las personas con diabetes tienen una vida sexual satisfactoria que está en consonancia con sus deseos. Resumimos aquí las razones por las que la diabetes puede tener un impacto y cómo prevenir y corregir estos problemas. 

Tras muchos años, la diabetes puede dañar en el hombre los pequeños nervios y/o las pequeñas arterias cuya función es esencial para la erección. Además, la diabetes acompaña a veces a otras enfermedades, como la presión arterial alta o el colesterol elevado, lo cual puede llevar a problemas circulatorios que pueden dificultar o imposibilitar el tener o mantener una erección. Algunos tratamientos, como los diuréticos o los betabloqueantes, empleados en el tratamiento de la presión arterial alta, también pueden afectar a la calidad de la erección. En la mujer, la sequedad vaginal y las infecciones por hongos, que son más frecuentes en personas con diabetes, son los factores principales que hacen que el sexo sea algo molesto o doloroso; sin mencionar los problemas de infección urinaria.

Para ambos sexos, el impacto psicológico de la enfermedad también puede reducir la libido y el deseo. El miedo a una hipoglucemia inducida por el esfuerzo físico del sexo también puede ser un obstáculo para este, tanto para la persona con diabetes como para su pareja.

Frente a estos problemas potenciales, y en consideración del bienestar sexual, se recomienda adoptar los siguientes comportamientos saludables:

  • Tenga la diabetes lo más controlada que pueda a lo largo del tiempo.
  • Deje de fumar, ya que este es el factor más agravante en la disfunción eréctil.
  • Evite ganar peso, e idealmente trate de bajar kilos si tiene sobrepeso.
  • Permanezca físicamente activo durante al menos 20 minutos al día.
  • Detecte y trate las infecciones por hongos.
  • Sométase a exploraciones ginecológicas regulares.

Las complicaciones descritas no son graves. Si estas aparecen, consulte a su médico, quien comprobará si sus tratamientos son los responsables del trastorno y, en caso necesario, los modificará o le recetará medicamentos que pueden mejorar la erección, la sequedad vaginal, o tratar eventuales infecciones fúngicas.

SCAC 09/22 DM 360 SERVIER